lunes, 5 de octubre de 2009

La importancia de invertir en Salud Ocupacional








IMPACTO DE LOS EVENTOS RELACIONADOS CON EL TRABAJO




La calidad de vida de la población trabajadora y la tranquilidad de todas las familias colombianas al saber que sus seres queridos regresarán sanos y salvos a sus hogares después de la jornada laboral, es una buena excusa para que los empresarios y trabajadores se comprometan a generar un cultura de prevención y a implementar programas en salud ocupacional.Las muertes relacionadas con el trabajo ascienden a 2.000.000 de personas al año en todo el mundo, según cifras divulgadas por la OIT en el 2002. Dicha cifra excede el promedio anual de 999.000 personas fallecidas en accidentes de tránsito, 502.000 en guerras y 563.000 por la violencia.De la misma forma, la OIT destacó que cada año se producen en el mundo 270.000.000 de accidentes, que tienen como causa la falta de seguridad en el trabajo. Esto equivale a 740.000 accidentes diarios, 513 accidentes por minuto y 9 accidentes por segundo.Adicionalmente, la OIT calculó que el costo de la accidentalidad laboral para la economía mundial, es del 4% del PIB y podría ser mayor porque todavía existe subregistro en muchos países.Para el caso colombiano, según un estudio de SURATEP realizado en el año 1997, calculó que el costo de la accidentalidad laboral en el país podría ubicarse cerca del 4.5% de ese año. Según la opinión de David Wigoda Rinzler, gerente general, “aunque este estudio no se ha actualizado, consideramos que en el presente la problemática no es muy diferente, ya que el país apenas empieza a mostrar un leve mejoramiento en la disminución de la accidentalidad.” Si se toma en cuenta que el costo de la accidentalidad en Colombia podría ser cercano al 4.5% del PIB del año 1997, esto representa $7.76 billones cada año, que se podrían invertir en otros aspectos prioritarios para el país, por ejemplo en alrededor de 387.000 viviendas de interés social, y cerca de 2´200.000 becas estudiantiles. Estas cifras no son resultado del azar. Se debe reconocer que el país, aunque ha mejorado con respecto al año 1994 cuando se reglamentó el Sistema General de Riesgos Profesionales, todavía adolece de una verdadera cultura de prevención de riesgos tanto en empleadores como en los mismos trabajadores. Así mismo, es importante entender que las estadísticas de accidentalidad y morbilidad siguen estando desviadas de la realidad, fundamentalmente por el subregistro de los accidentes relacionados con el trabajo, así como de las enfermedades profesionales.Colombia se encuentra en niveles medios de accidentalidad (7% aproximadamente), estando mejor ubicados que países que llevan más tiempo trabajando seriamente frente al tema como lo es Chile, pero estando todavía lejos de naciones adelantadas en esta materia como es el caso de los países Nórdicos los cuales alcanzan niveles, en algunos casos, inferiores al 1%. El país debe abrir los ojos y empezar a trabajar para reducir esta brecha ya que esos 6 puntos están marcando una enorme diferencia entre nuestra competitividad y la de ellos.Adicionalmente, y si se mira desde un punto de vista para el desarrollo económico del país y competitividad de las empresas colombianas, se puede ver cómo la no implementación de los programas en salud ocupacional trae costos innecesarios para las empresas y que al incurrir en ellos repercuten notoriamente en su productividad. Por ello al hacer el análisis del costo de la accidentalidad laboral es importante incluir los gastos que podrían ocasionarse de cuenta de los llamados costos ocultos de la accidentalidad, representados en daños y reparación de la maquinaria, reemplazos, capacitaciones y el incremento en productos defectuosos entre otros.Según cifras de SURATEP y de acuerdo con la matriz desarrollada por Frank Bird, por cada peso que se pague por un accidente de trabajo, la empresa incurre en unos gastos entre $5 a $12 pesos equivalentes a daños a la infraestructura, herramientas, productos, retrasos, gastos legales y una suma de $1 a $3 correspondientes a tiempo de investigación, salarios pagados, reinducción, horas extras y paros en la producción.Así las cosas, puede entenderse que preocuparse y trabajar proactivamente por la salud y la integridad de los trabajadores, resulta ser una parte importante de la estrategia empresarial en tiempos de crisis, y una gran inversión que seguramente se revertirá en mejores resultados para la empresa.Lo anterior ilustra la importancia global de los riesgos profesionales y la necesidad que tiene el país de prevenir, conocer y registrar adecuadamente las contingencias que afectan a los trabajadores cuando éstas se originan en un riesgo profesional.Es indiscutible entonces que trabajar en la PREVENCIÓN DE RIESGOS, como factor integral de la gestión empresarial, es un aspecto que influye en la productividad y la posibilidad competitiva de las organizaciones del país.

No hay comentarios:

Publicar un comentario